En la sala de hemodialisis. Parte 1, Lupita.

La primera de quién hablaremos es Lupita; ella nació en una familia de varios hermanos, uno de ellos alcohólico al igual que su padre a quién desgraciadamente perdió la vida debido a esos males.

Ella trabajó toda su vida productiva, le dedico sus años mozos a una tienda de telas, donde la mayoría de las personas del Pueblo de donde radica la conocía. Nuca se casó, y la razón debo de ser sincero no la conozco, pero si debo decir la gran capacidad que tiene de amar, de cuidar; lo digo porque soy testigo de ello, porque siempre me apoyó cuanto pudo; además de haber cuidado a dos de las mujeres que amo, mis flores lindas, mi esposa Lorena y mi hija Lorena Guadalupe.

Ella tiene un amor por las plantas, por los animales, tan solo les comento que tiene 4 perritos, palomas y un jardín hermoso. Ella también como todas las personas de edad avanzada es corajuda, pero dentro de sus corajes cabe la imperiosa necesidad de ayudarle, de retribuirle todo lo que me ha ayudado.

Doña Lupita comenzó a sentir un poco de dificultad al orinar, sentía que no podía a veces; por miedo, menciona ella, nunca nos comentó nada, un tumor demasiado crecido le oprimió su vejiga ocasionándole un mal urinario, que a su vez dañó el riñón.

Ese tumor tiene cáncer, ella ya lleva varias radioterapias en la clínica del IMSS en Guadalajara; por lo que su traslado era un poco cansado, allá se quedaron por varias semanas, entre las radios y la hemodiálisis se hacía más insoportable la situación.

Lupita se podría decir no tiene familiares en Ixtlán, pero cuenta con unas personas de buen corazón que ahora le están retribuyendo lo que ella hizo en su tiempo, brindar hogar a una madre soltera, además de unos jóvenes que no tenían nada que ver con ella.

No esta sola, creo que Dios no la desamparará nunca, ella sigue asistiendo a sus hemodiálisis en un taxi contratado, ya que para su mala suerte la camioneta en que la trasladábamos un borracho la desbarató en la madrugada.

Ahora la cosa se complica, su hermana mayor acaba de morir en Tijuana, B.C., y no encontramos la forma de decirle, creemos que se atrasara más, pero la verdad nunca se debe ocultar.